"Les dono lo que he gastado, pero déjenme disponer de mi hotel"

66 damnificados debían desocupar en enero el negocio y ya van 164 días

Desde el 30 de noviembre pasado no se ha acercado ningún funcionario de la alcaldía a hablar con el dueño del hotel Foto: NICOLA ROCCO

DELIA MENESES | EL UNIVERSAL
martes 10 de mayo de 2011

Los 66 damnificados de La Pedrera, Antímano, que ocupan 20 habitaciones del Cristina Suites Hotel debieron haber desocupado este negocio el pasado primero de enero, según consta en un acta que emitió la alcaldía Libertador y que Francisco Graffeo firmó el 30 de noviembre de 2010. Esta es la única comunicación oficial que ha recibido hasta la fecha. La estadía que era de un mes ya suma 164 días. Durante este tiempo a Graffeo se le triplicaron los montos de los recibos del agua y la luz. Antes pagaba Bs 1.200 de agua y ahora 6 mil. Por si fuera poco, el pasado 15 de marzo el monto del aseo urbano pasó de Bs 190 mensual a 1.188.

El hotel, ubicado en la calle Chacaíto, al final de la avenida Casanova, existe hace 35 años y es un negocio familiar del que dependen cuatro familias grandes. "Antes esto era una lavandería industrial que administraba mi papá. Tengo 14 empleados, el que menos tiempo tiene ya lleva 5 años trabajando aquí. Cuando tomaron el hotel como refugio no despedí a nadie. Puse Bs. 60 mil de mi bolsillo para pagarles sus utilidades porque no tenía facturación", cuenta Graffeo, quien solo pide que le den una fecha de salida de los damnificados que le permita saber cuando puede disponer de su negocio.

"Yo estoy dispuesto a ayudar como lo he hecho. Le dono al Gobierno todos los gastos que he tenido. No quiero que me paguen las habitaciones, ni la patente, ni un litro de agua, apenas que me den una solución para que yo pueda disponer de mi negocio", exhorta a las autoridades. Graffeo recuerda que en una reunión que tuvieron con el alcalde Jorge Rodríguez éste prometió que máximo en la primera semana de marzo los damnificados desocuparían los hoteles y hasta les dijo a los comerciantes "grábenme", en un intento de otorgarle credibilidad a su discurso.

"Legalmente yo podía haberlos sacado a la calle el 1 de enero, porque esa era la fecha que establecía el acta que firmé en noviembre", dice Graffeo, quien reconoce que los damnificados se han portado bien.

"Las familias afectadas no llegaron censadas, solo los metieron aquí como becerros dentro de un potrero. Yo tuve que hacer un censo con huella digital para llevar un control. Ellos están bien, tienen una habitación confortable con agua caliente y baño privado. Pero yo necesito que me digan cuando van a salir. Hay que respetar la propiedad privada".

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