La solidaridad con los demás puede ser un punto de partida para mejorar
Las autopistas fueron signo del empuje y desarrollo de Caracas. Hoy, no solo quedaron pequeñas para el número de vehículos que las transita, sino que están visiblemente deterioradas
A pesar de los intentos por recuperar el casco histórico, el que ocurran invasiones y expropiaciones de edificios así como la inseguridad, atentan contra el proceso. Además, al quitar los anuncios, se perdieron iconos
La inauguración del Metro de Caracas no solo incorporó a la ciudad la dinámica urbana de los bulevares de Sabana Grande y Catia, sino que fue motivo de orgullo para el caraqueño por el orden, limpieza y comportamiento ciudadano. Hoy, aunque en Sabana Grande hay un plan de recuperación, falta instaurar la convivencia en esos espacios FOTOS NICOLA ROCCO Y ARCHIVO
MAYE ALBORNOZ | EL UNIVERSAL
domingo 22 de mayo de 2011
Si se le pregunta a un caraqueño sobre los atributos de la ciudad, más allá de los naturales, seguro responderá en pasado. Teníamos, podíamos, hacíamos. Algo cambió en Caracas y para peor. Según un informe de la firma Mercer (2010), la ciudad está catalogada como una de las urbes con índice más bajo de calidad de vida y así se siente en la calle.
El estudio, que abarcó 221 ciudades, dejó a Caracas en el lugar 165, muy cerca de Managua y Puerto Príncipe. Mientras, Buenos Aires fue la primera de Latinoamérica con el puesto 78.
Una encuesta abierta publicada por El Universal en su página web, reflejó que 81,49% de los 2.377 participantes opinaron que la inseguridad era el mayor mal de la ciudad. 11,86% votaron por el tráfico y el resto a fallas en los servicios y opciones de entretenimiento.
El presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, Diego Scharifker, coincide en que la inseguridad impide el disfrute de Caracas y ha hecho que sus habitantes se encierren en sus casas o en centros comerciales. De su niñez recuerda con nostalgia el zoológico en parque del Este, ahora con pocos animales y muy abandonado.
La periodista Isa Dobles extraña el teatro Teresa Carreño, el Ateneo y toda la vida cultural en torno a esos iconos. Sin embargo, más allá de las fallas en los servicios e inseguridad, cree que el problema radica en la falta de convivencia, de respeto y cariño entre los ciudadanos: "Esa división este y oeste no existía. Me duele que tengamos que vivir encerrados".
El periodista e historiador Oscar Yánez lo resume: "Caracas perdió al caraqueño. Un tipo humano que ayudaba al vecino. Las familias se regalaban comida a través de los patios y en los picoteos o reuniones en las plazas, cada quien llevaba algo. Un picoteo hoy terminaría en matazón".
El arquitecto Víctor Artís argumenta que la ciudad está estancada: ha crecido en población, pero no en servicio ni atractivos y de allí que el confort se vaya perdiendo.
El periodista Fausto Masó aún recuerda cuando recorría a pie la ciudad, incluso en la madrugada, o tomaba un café y disfrutaba de una buena conversación en el Gran Café de Sabana Grande sin sentirse acosado: "Hoy cualquier tipo de bohemia es un suicidio".
http://caracas.eluniversal.com/2011/05/22/la-calidad-de-vida-es-apenas-un-recuerdo.shtml
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