martes, 10 de mayo de 2011
No podemos acostumbrarnos a la delincuencia !
Existe un conformismo nefasto y genuflexo entre algunos de nuestros vecinos ante la grave situación que viviemos en nuestras comunidades respecto al tema de la inseguridad. Esos vecinos, por lo general afectos y doblegados de alguna manera por el oficialismo, aceptan con una resignación perruna, el grado de decadencia en la cual vivimos hoy en día en Venezuela, en Caracas y cada una de nuestros barrios, urbanizaciones calles y avenidas de nuestra querida Parroquia El Recreo.
No puede ser posible que el único medidor del standard de seguridad que manejen estas personas sea simplemente el número de homicidios, que por cierto, ya es alarmante por lo grotesco y lo inédito de las cifras en nuestras comunidades.
Si en una semana en particular no ha ocurrido algún homicidio en nuestras urbanizaciones alguna de estas personas a las cuales nos referimos tienen el atrevimiento de salir vociferando que el tema de la delincuencia "está mejorando", gracias a tal o cual cosa. Pero por favor !
Estas personas no toman en cuenta todo el sacrificio que está haciendo toda la sociedad para tomar medidas de prevención, medidas se han venido tomando por las comunidades sin mas alternativas que tener que tomarlas de manera casi obligada, algunas se toman inclusive en detrimento de la propia calidad de vida de las propias personas, pero para poder cubrir la deficiencia que ha mostrado el Estado Venezolano para poder salvaguardar la vida de las personas y sus bienes, no queda mas remedio que tener que tomarlas.
La gente hace paulatinamente sacrificos de todo tipo. Desde sacrificios económicos, como por ejemplo: tener que instalar costosos dispositivos de seguridad de cualquier especie en sus viviendas, colocar muros, rejas eléctricas, puertas de seguridad, alambres de púas, concertinas de hojillas, luces adicionales, cámaras de video, sistemas de alarma, contratar servicios de vigilancia privada, suscribir pólizas de seguro, poner vidrios ahumados y blindados en vehículos y viviendas, etc. Sin lugar a duda un impuesto demasiado oneroso estamos pagando todos los venezolanos, sin darnos cuenta que el dinero que gastamos en todas esas cosas pudiéramos haberlo invertido en otros asuntos.
Pero no solo es el gasto, también hemos tenido que privarnos de muchas cosas que quisiéramos hacer para nuestro bienestar y desarrollo personal, para nuestro entretenimiento, formación y prevención de nuestra salud y la de nuestro nucleo familiar, como por ejemplo: visitar de vez en cuando nuestros parques y plazas; salir a caminar o trotar por nuestras calles en las horas que tenemos disponibles de acuerdo a nuestras respectivas actividades; ir a algún café en un bulevar a pasar un buen rato en una buena tertulia; sacar a pasear y a jugar a nuestros niños y mascotas en los espacios pñublicos; asistir a eventos conciertos en la noche y fines de semana; departir con nuestros vecinos en la calle, etc. Muchos de nosotros hemos teneido que dejar de hacer muchas de esas cosas y otras por temos a laos embates de la inusitada delincuencia.
A diario se siguen produciendo en nuestras casas, urbanizaciones, barrios, calles y avenidas delitos de todo tipo. Todos sabemos que hay bandas de rateros que merodean alrededor de las casas y edificios buscando cualquier cosa para robársela. La prostitución genera alrededor suyo un movimiento de maleantes que delinquen ante los ojos de todos. El hampa está moviéendose todo el tiempo y lo peor es que todos los días se llevan su tajada.
Por otro lado, no hay patrullaje o no se ve. La Policía Metropolitana desapareció del mapa y las otras policías (Polícía Nacional y Policia del Municipio Libertador) brillan por su ausencia en nuestra parroquia. Los agentes de la Guardia Nacional, que son los únicos con los cuales contamos hoy en día, hacen sus mejores esfuerzos para cumplir con un trabajo para el cual no han sido formados y no están debidamente ocupados, por l oque su accionar es absolutamente insuficiente e insatisfactorio en comparación con las expectativas que tenemos los vecinos. En la Parroquia El Recreo solo contamos con unos 60 efectivos asignados para cubrir las 24 horas del día, los 365 días del año en toda la parroquia El Recreo.
Como podrán ver, el problema que tenemos por delante no es un simple problema vecinal, ni un temita del consejo comunal, ni de una junta de vecinos cuakquiera, es un problema mas profundo, amplio y complejo; es un asunto que solo podrá resolverse cuando tengamos un gobierno nacional capaz de desarrollar políticas públicas que permitan solucionar de fondo ese problema y otros problemas conexos como la pésima calidad de nuestro sistema educativo pública y en nudo gordiano de nuestra actual economía: La generación de verdaderas fuentes de empleo productivo, para que todos los venezolanos podamos tener empleos dignos, estables y bien remunerados que nos satisfagan y nos permitan cubrir todas nuestras necesidades básicas con absoluta dignidad y decoro.
El problema ES POLÍTICO; no te equivoques pensando que vamos a resolver el problema de la seguridad con las actuales políticas públicas del actual gobierno venezolano.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Inseguridad en la Parroquia El Recreo
Inseguridad en la Parroquia El Recreo
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario