La inseguridad reinante en nuestras calles se ha convertido en el principal problema de los venezolanos. No hay urbanización, barrio, avenida o calle donde los ciudadanos no estemos a merced de los delincuentes. No existe conversación en círculo social alguno, donde el tema de la delincuencia no se convierta en un deprimente torneo, donde la gente compite para ver quién conoce el caso mas escabroso, mas grotesco o mas espectacular, ya sea de robo, secuestro o asesinato, cometido contra algún allegado.
Los cuerpos de seguridad pública: policías y militares, se han convertido en simples entes reactivos y burocráticos ante el delito y en muchos casos, como hasta fue declarado por el actual ministro del Interior y Justicia Tarek El Aisami, en parte activa del delito mismo. La prevención y los servicios de inteligencia para proteger al ciudadano parece que brillan por su ausencia, porque vemos el delito crecer y crecer año tras año; se desconoce si en esos cuerpos armados destinados a garantizar la seguridad pública funcione y se aplique algún tipo de disciplina interna, apartando la que se usa para sancionar a quienes tienen un simpatía o afiliación política adversa a "El Proceso". Es evidente que en la calle hace falta un mayor número de efectivos que estén en labores opertivas, como por ejemplo el prácticamente desaparecido patrullaje de nuestras calles. La formación y capacitación de los agentes de seguridad pública es a todas luces muy precaria si es que todavía existe; y para remate, los recursos con los que cuentan los efectivos: equipamiento, tecnología y vehículos, no está ni remotamente al nivel de la gravedad del problema. Mientras tanto la andanada delictiva crece año a año y los ciudadanos estamos prácticamente a nuestras suerte.
Por otro lado está lo neurálgico: Este gobierno, que ya lleva 12 años en el poder y va rumbo a su año número 13, no solo ha sido descomunalmente incapaz para detener el auge del crimen en todo el territorio nacional, sino que no ha hecho ningún esfuerzo en tal sentido, no ha implementado ningún tipo de política pública que esté orientada en luchar contra del problema mas importante que padecemos los venezolanos. Como ejemplo de tamaña incapacidad está, por un lado, el desmantelamiento progresivo de la Policía Metropolitana de Caracas, mal que bien, el único cuerpo policial con el cual hoy en día contamos los caraqueños del Municipio Libertador, muy especialmente de parroquias como El Recreo, La Candelaria, San Bernardino, San Pedro, Altagracia y San José, mientras que por otro lado, nos anuncian a la tan cacareada Policía Nacional, la cual la mayoría d elos caraqueños no le conocen ni el uniforme.
Para ir aún mas al fonde del asunto, el gobierno del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías no ha podido resolver ninguno de los problemas estructurales que tenía el país en el año 1998, por el contrario, esos problemas estructurales, que en su inmensa mayoría son causas del problema de la delincuencia, se han incrementado de manera bárbara, y podemos decir incluso, que el gobierno con su errada visión política ha originado muchos nuevos problemas que han sido aceleradores determinantes para el auge vertiginoso del delito en nuestro país, problemas que anteriormente eran inexistentes como por ejemplo: El odio y resentimiento social; las invasiones; el sicariato político; la guerrilla fronteriza, la guerrilla urbana, los grupos de exterminio; la permisividad para que la prostitución y la mendicidad deambulen por cualquiera de nuestras avenidas y calles a sus anchas; la destrucción sistemática de las fuentes de empleo dignas, estables y mejor remuneradas; entre otros.
Ante este cuadro dantesco, ante esa situación que nos deprime todos los días: ¿Que podemos hacer los ciudadanos?:1) Creamos en nosotros mismos: Lo primero que tenemos que hacer es no rendirnos y mucho menos deprimamos, porque deprimirse es rendirse. Tenemos que autoimponernos la determinación para sobreponer nuestra inteligencia, nuestra racionalidad, nuestro cerebro a nuestras emociones, a lo que nos dicen nuestras víceras. Tenemos que entender que esta situación la podemos cambiar nosotros los ciudadanos, eso si, con mucha participación, activándonos y organizándonos. Entendamos todos, que seamos cada uno de nosotros de la tendencia política que seamos, absolutamente todos somos víctimas de la delincuencia que cada día se fortalece más, porque la delincuencia no le pide carnet político a nadie cuando actúa. Somos mayoría los que no queremos seguir viviendo acorralados y temerosos, por eso, en primer lugar tengamos mucha Fe, tengamos Esperanza en nuestra fortaleza y capacidades, entendiendo que unidos seremos mucho mas poderosos, porque con el conocimiento, participación y trabajo de todos podremos cambiar esta situación, eso si, les repito: participando.
2) Participemos y organicémosnos: Abandonemos las pantuflas y el sofá y participemos activamente en todas las reuniones que nuestras actividades particulares nos lo permitan. Si nos organizamos de manera sólida, si logramos que un grupo muy nutrido de nuestra comunidad participe, que sea representativo, las acciones que hagamos van a ser respetadas y acatadas, tanto por la comunidad misma, como por las autoridades de las diferentes instancias de gobierno. Vamos a ejercer nuestro poder como sociedad. Solo lo podemos hacer organizadamente. Por eso es necesario sumar esfuerzos para poder lograr acuerdos dentro de la comunidad, con el apoyo suficiente, que el apoyo de la gente sea visible y creíble para todos los miembros de nuestra comunidad y para los personeros del gobierno, eso es lo que se conoce como legitimidad. Solo así podremos desarrollar las acciones necesarias que permitan resolver de manera conjunta y concertada los problemas que nos preocupan, que nos agobian y que nos están quitando hasta la vida de nuestros seres mas queridos. Entendamos todos de una vez por todas que sin participación no hay acción posible y sin acción no puede haber cambio, por lo que todos tenemos que participar. Esa participación de los ciudadanos tiene que transformarse en organización para la acción, esa participación y esa organización tenemos que lograrla en los partidos políticos, en las juntas de vecinos, en la asambleas de ciudadanos, en las organizaciones no gubernamentales y muy importante también, en los consejos comunales, porque no debemos ceder ningún espacio, mucho menos en donde somos mayoría. No permitamos que en ningún espacio otros elijan o decidan por ti, hayan sido creados estos espacios de participación por quién sea. Seamos nosotros, los ciudadanos, los que siempre decidamos.
3) Acercamiento y acuerdos: Una vez organizados tenemos que propiciar un sincero acercamiento de carácter periódico y permanente con las autoridades policiales y militares que hacen vida en nuestros sectores para lograr acuerdos efectivos en pro de la solución del problema en cuestión. Recordemos que ellos también son víctimas de este grave problema de la delincuencia, son el lado flaco de la cuerda, el jamón del sandwich, muchos policías y militares mueren año tras año por causa de los delincuentes que actúan a sus anchas, por esa razón ellos mas que nadie necesitan de nuestra ayuda para poder combatir la criminalidad. Entendamos que en los cuerpos de seguridad, si bien hay personas inescrupulosas, también hay muchas personas que hacen su trabajo con mística, con verdadera vocación y amor por su deber.
5) Prevención: La comunidad organizada debe organizar periódicamente talleres, charlas, foros, donde se eduque a los vecinos sobre la mejor manera de prevenir el delito en sus diferentes formas. Ese conocimiento debe ser brindado por personas expertas en la materia y con herramientas que faciliten el proceso pedagógico. Es importante que se diseñen diferentes medios informativos que permitan circular información a los vecinos en forma permanente sobre los diversos
modus operandi con los cuales están actuando los delincuentes. Se debe divulgar entre la comunidad los teléfonos para hacer denuncias. Igualmente, la comunidad debe implementar mecanismos de prevención, alarmas y aviso entre los vecinos, que permita una acción disuasiva rápida ante algún delito que se esté llevando a cabo.
Con lo dicho hasta ahora no pienses que nos conformarnos con la situación tal cual está. No podemos conformarnos jamás con este dramático cuadro, por lo que te invitamos para que la organización antes descrita también la desarrollemos para motorizar el cambio que todos queremos a nivel político, única manera que existe para corregir los problemas estructurales que tenemos como país que nos han conducido a este escenario tan decadente. Tenemos que luchar para lograr las transformaciones de fondo que nuestra nación requiera. Ninguno de nosotros quiere vivir con miedo, entre rejas, alarmas y de velorio en velorio, simplemente por voluntad de unos criminales que patean nuestras calles a sus anchas y unos burócratas que viven haciendo discursos demagogos, viajando sabroso por el mundo y cuando están en Venezuela protegidos por sus carros blindados y sus escoltas. Como sociedad organizada, paralelamente a las acciones antes enumeradas, debemos activarnos política y socialmente para exigir ante las autoridades gubernamentales en sus diferentes niveles, sean estas quienes sean, adopten las políticas públicas necesarias para que nos brinden la seguridad ciudadana que nos merecemos, las que nosotros como comunidad les reclamemos, las que les exijamos. No pidamos, no roguemos, no imploremos, siempre EXIJAMOS y hagámoslo de manera inteligente, de manera racional, como lo hacen en las sociedades civilizadas, hagámoslo con vehemencia porque tenemos el derecho de reclamar lo que nos pertenece por derecho, pero siempre tengamos en la mano las evidencias, las pruebas, y también las propuestas, para que jamás un burócrata nos pueda esgrimir con excusas baladíes.
Insisto de nuevo:
Lo podemos lograr, pero juntos ! Para eso tenemos que participar muy activamente, con ánimo, con entusiasmo, con esperanza. Para eso tenemos que organizarnos. Para eso tenemos que ser perseverantes y consecuentes para empujar eso cambios que todos queremos y que solo juntos, activos y decididos lo podemos lograr. Podemos lograrlo porque podemos ser contundentes porque somos absoluta mayoría los que queremos un cambio, un cambio para bien.
Sin lugar al menor ápice de dudas, somos mayoría los que queremos vivir en una sociedad moderna, una sociedad civilizada, de progreso, de paz, donde haya calidad de vida para todos, en una Venezuela mejor para todos.
