Plaza Venezuela

lunes, 25 de julio de 2011

Números de orden y desorden

Caracas 444

La ciudad cumple en capicúa, pero su improvisación resiste la lógica


La ciudad ha ganado algunos espacios en los últimos años, pero ha perdido otros (NICOLA ROCCO)

Cuatro maravillas naturalesNúmeros y datos de Caracas 444Cuatro avenidas que tienen salvaciónCuatro problemas que nos amargan la vidaCuatro sueños de una ciudad idealCuatro personajes populares de la ciudadCuatro líderes comunitarios cuentan sus experienciasCuatro acontecimientos que conmovieron la ciudadCuatro imperdibles de la ciudadCuatro transgresiones al paisajeCuatro íconos perdidosCuatro promesas habitacionales incumplidas"En Caracas se perdió el espíritu de buena vecindad y de respeto"Despegar desde La CarlotaCuatro parques o plazas para disfrutar en la ciudad.

PEDRO GARCIA OTERO | EL UNIVERSAL
lunes 25 de julio de 2011


Quienes piensan que el Buscaracas, o el Nuevo Circo, son indicios modernos de la tendencia de Caracas a dejarlo todo inacabado, deberían consultar la Historia.

En 1670, poco después del primer centenario de fundación de la ciudad, se inició la construcción de una muralla. Los corsarios franceses merodeaban en las costas, aunque nunca habían pasado de La Guaira, y en 1590, aún se recordaba cómo el pirata inglés Amías Preston había tomado e incendiado Caracas, en la única invasión que sufrió la ciudad.

Pero la muralla, cosa premonitoria, nunca se concluyó: Aún quedan remembranzas de ella, en nombres de esquinas, como los de Luneta o Reducto.

Caracas es, lo saben todos sus habitantes, algo que siempre quedará para después, un gigantesco acto de improvisación, un extenso suburbio, una invasión legalizada de a poco: Su primer plano urbano se hizo en 1577, siguiendo la cuadrícula española, pero no se realizó otro hasta el siglo XVIII.

La Candelaria era el extrarradio, luego lo fue La Pastora, luego Antímano o El Valle, luego Chacaíto y La California. Y así fue creciendo la ciudad, de a pedacitos, sin un panorama de integración. Todo esto es lo que padecemos hoy. Un espacio fragmentado, dividido por autopistas, una ciudad que se dio el lujo de ignorar un plan rector como el de Maurice Rotival. Una ciudad que se instaló en un estrecho valle, y no en una llanura como correspondería, por miedo a los piratas. Un sitio que, pese a todos sus inconvenientes, ha sido un magneto de siglos y siglos.

Así, Petare es una especie de Barlovento en el exilio, La Candelaria es el reducto de los canarios, primero, y los gallegos, después; la Av. Victoria aún conserva la arquitectura y las maneras de los inmigrantes italianos que la construyeron; hoy las comunidades chinas plenan el centro, y Catia sigue teniendo sabor de Siria o del Líbano cada domingo, entre chawarmas y vaclavas.

En un momento en el que todos se quejan de que los venezolanos abandonan el país en una diáspora indetenible, cada día llegan cientos de personas en búsqueda de una oportunidad a Caracas. Gente que se va acomodando en los cerros, como puede, ante la precariedad que es una marca registrada de la urbe; mientras todos los que llegaron antes se preguntan hasta cuándo aguantaremos y cabremos todos.

Dicen los numerólogos que el 4 es el guarismo del orden: Cuatro es la forma del cuadrado, cuatro son las estaciones y los puntos cardinales, cuatro lados es la base de las pirámides, la estructura más estable. Además, es el número que representa la justicia, la lealtad y el orden. No en vano la estructura de las ciudades se hace en base a una cuadrícula: Son cuadradas las calles y avenidas, cuadradas las plazas, cuadrados los espacios públicos.

Esperemos que este aniversario 444 le traiga algo de orden a esta ciudad, que aunque masacrada por sus habitantes y sus autoridades, sigue siendo el lugar de elección para vivir de 5 millones de personas.

Que en 2122, cuando otras gentes celebren su aniversario capicúa 555, tanto despelote y bochinche sean solo un recuerdo. Pero -conociéndonos-, que esto sea así es improbable.

http://www.eluniversal.com/2011/07/25/numeros-de-orden-y-desorden.shtml

No hay comentarios:

Inseguridad en la Parroquia El Recreo

Inseguridad en la Parroquia El Recreo