lunes, 25 de julio de 2011
"En Caracas se perdió el espíritu de buena vecindad y de respeto" Despegar en La Carlota
CARACAS 444 ENTREVISTA OSCAR YANES, PERIODISTA OPINIÓN
"Hay que hacer de la ciudad un lugar donde verdaderamente se pueda pasear, comer y dormir" "Aquella Caracas que tenía fantasmas ahora lo que tiene son vivos que te atracan y te matan" La Carlota es el gran espacio para la ciudad, previsto desde los cincuenta
El eterno periodista de ciudad indica que "el caraqueño antes era respetuoso. Hoy te montan una fiesta" OSWER DÍAZ
JORGE HERNÁNDEZ , OSCAR YANES , ESCRITOR E HISTORIADOR , MARÍA GRACIELA FLORES , ARQUITECTA DE LA UNIMET | EL UNIVERSAL
ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
lunes 25 de julio de 2011
Nació en la parroquia Santa Rosalía en 1927, época en que Caracas era considerada por sus habitantes como un "pueblo grande", con sectores periféricos como Antímano y Sarría.
Oscar Yanes, escritor e historiador, vivió en la parroquia San Juan y a sus 84 años recuerda que Caracas fue una ciudad donde hubo mucho respeto y solidaridad, con ciudadanos que hacían vida en el rectángulo histórico compuesto por la esquinas Las Monjas, teatro Principal, Las Torres y Las Gradillas de la plaza Bolívar.
- Hoy la ciudad cumple 444 años. ¿Cómo se vivía en la Caracas de antaño?
- Caracas era solo la plaza Bolívar. El resto era monte y culebra. Ese espacio público fue el micrófono de la ciudad. Allí se reunía la gente importante, el resto se sentaba en los bancos, cerca de los grupos que estaban conversando para oírlos. Luego cada vecino llegaba a su casa para contar las noticias del día. Los vecinos se convertían en reporteros. Cuando se contaba lo que ocurría en la plaza Bolívar se decía que se enteraban de lo que pasó en Caracas.
- ¿Los ciudadanos vivían seguros en el centro?
- Si. La gente alquilaba sus sillas para sentarse hasta medianoche en la plaza Bolívar sin problemas de inseguridad para contar las historias más curiosas de la ciudad.
- ¿Qué tipo de historias?
- Hubo conspiradores que generalmente se alzaban y la gente decía que se debía ir a la plaza Bolívar porque allí los llevaban amarrados. Al preso político también lo trasladaban al centro. Se dice que el presidente Cipriano Castro visitaba la plaza, interrogaba a los alzados, y los mandaba presos a cárcel de la Rotunda.
- ¿Cómo funcionaban los periódicos de la época?
- Los periódicos colocaban una gran pizarra en sus balcones para anunciar la noticia más importante del día. El Universal y otros tenían su balcón de noticias y en la plaza Bolívar se comentaban cada día las noticias de las pizarras. Salía el redactor de los cables con una tiza y un borrador para escribir la noticia nueva y ese era el tema de conversación inmediatamente. En la Segunda Guerra Mundial (1939) la pizarra cambiaba hasta seis veces al día.
- ¿Cómo cambia esa vida en Caracas?
- El reportero ciudadano desapareció con el fallecimiento del general Juan Vicente Gómez. Allí cambia la vida de Caracas y en el interior del país se inicia la producción de noticias y otros trabajos.
- ¿Las disposiciones legales se respetaban?
- Si. Habían disposiciones legales que impedían que los ciudadanos pasaran con paquetes o bultos frente al Libertador. No se podía cruzar la plaza Bolívar en camisa y se debía quitar el sombrero. También se respetaban las ordenanzas de convivencia ciudadana.
-¿Qué cosas eran famosas en la Caracas de antier?
- Los entierros, los fantasmas, tesoros y la industria casera de damas pobres que vendían dulces y conservas de coco. Ellas también trabajaban en la Cancillería haciendo las invitaciones para grandes recepciones diplomáticas. Cuando las familias caraqueñas poderosas se fueron al Oriente del país se decía que enterraban sus joyas. Muchos de ellos no regresaron y cuando alguien iba a arrendar una casa su dueño le advertía que allí salían muertos y eso significaba que había un tesoro enterrado. Tener esa casa era como ganarse la lotería.
- ¿Qué tipo de ciudadanos tuvimos en Caracas?
- Gente con camisones en los años 30 que brincaban los patios. Se creía que eran muertos. Pero eran novios que enamoraban a las muchachas de la cuadra. También abundaban los sobadores, que se pintaban la cara de negro y buscaban a muchachas en sus habitaciones y las sobaban. Las familias salían con machetes para buscar al sobador para lincharlo, éste huía por los techos.
-¿En que momento la ciudad crece y se urbaniza?
- Gracias a Luis Roche y a varios urbanizadores Caracas comienza a extenderse hacia el sureste. Allí habían grandes haciendas y se compran terrenos. Al principio la gente no quería mudarse hacia esa zona porque decían que eso era monte y culebra. Pero la gente se fue a esa parte de la ciudad porque se creía que era más seguro en caso de temblores. También se creyó que si El Ávila roncaba era porque venía un temblor. Otros indicaban que si el Observatorio Cajigal colocaba una bandera negra había peligro de sismo en la ciudad.
-¿Hoy qué es Caracas?
- La Caracas de hoy no es ni chica ni limonada. No se puede disfrutar la ciudad. Aquella Caracas que tenía "fantasmas", ahora lo que tiene son vivos que te atracan. Los fantasmas no atracaban, cuando mucho salías corriendo. Hoy te atracan y te matan. En Caracas se perdió el espíritu de la buena vecindad y de respeto. El vecino formaba parte de tu familia y te ayudaba a cualquier hora. Si había un muerto durante un mes por lo menos en esa manzana no había bailes ni bautizos. El caraqueño era solidario y respetuoso. Hoy te montan una fiesta.
-¿Los arreglos que se hicieron para el Bicentenario son los más acordes?
- Son ridículos. Han pintado de una forma grotesca al Correo de Carmelitas. Eso parece un papagayo. El resto es pura fachada.
- ¿Qué debió haber sido Caracas en pleno siglo XXI?
- Una ciudad fiel a la que dijo Arístides Rojas: "hacer de Caracas una lugar para pasear, comer y dormir". La urbe donde a partir de las 9 pm nadie hace escándalos. Ir a El Ávila de modo seguro o comer en un parque sin que te atraquen. Hoy no se cumplen las ordenanzas. Las serenatas se acabaron por la inseguridad.
¿ Que recomienda para mejorar la vida caraqueña?
- Restituir los consejos de vecinos para señalar los errores por manzanas y corregirlos con apoyo de las autoridades. En caso de que no respondan mejor se crean consejos de vigilancia. La ciudad se anarquizó y se soltó de las manos, ya no hay un verdadero gobierno caraqueño. El vecino perdió su sentido de solidaridad. Es una ciudad realenga. Hoy se deben recordar los orígenes de las esquinas de Caracas en los colegios. En 2011 da lo mismo ser caraqueño que haber nacido en San Antonio del Táchira. Perdimos el sentido familiar de la identidad geográfica. Los ciudadanos no se reúnen en las esquinas para contar historias de la parroquias. Debemos buscar apoyo policial para vivir tranquilos, si no vamos a estar enterrados vivos en la capital. Hay que restablecer la seguridad en cada parroquia. Pero eso lo hacen funcionarios que verdaderamente quieran a Caracas.
Así se denominó en 2008 un evento realizado dentro del "III Foro en Defensa de la Ciudad", cuyo objetivo era sensibilizar a los habitantes de Caracas, sobre la amenaza que se cernía sobre los espacios de La Carlota: un día parque, al día siguiente un complejo habitacional; luego un parque tecnológico. Se contrataron planes, se propusieron ideas. Solo el cuido celoso de los vecinos hizo posible que ese espacio fuera defendido y visualizado como el gran espacio de los caraqueños y sus visitantes; un espacio de todos y para todos y del cual queremos sentirnos orgullosos.
Hoy nuevamente se nos presenta la oportunidad de que Caracas despegue desde La Carlota. Como el ave fénix, como una ciudad moderna que se pone los pantalones largos (luego de 444 años) con un espacio público de calidad y armonioso, incluyente, que nos ayude a la construcción de la igualdad y la integración. Espacio público y democrático, para el disfrute y el esparcimiento; pero ante todo, para construir ciudadanía. Espacio que nos permita integrarnos, conectarnos y vincularnos con el tejido urbano circundante. La Carlota es el gran espacio recreativo para la ciudad, previsto desde la década de los cincuenta como complemento del Parque del Este en el proyecto original de Burle-Marx. Tal vez es la oportunidad de convocar a un Concurso Internacional.
La Carlota debemos considerarla como un Recurso No Renovable. Un recurso que al dársele un uso indebido, lo pierde a perpetuidad la ciudad. Las decisiones que se tomen hoy, repercutirán sobre nosotros y las generaciones futuras. Las decisiones urbanísticas no son fáciles de borrar; no son como maquillaje. No dependen de caprichos y mucho menos de colores.
Por ello, debemos ver los espacios de La Carlota, como: Un espacio para ejercer la ciudadanía y la democracia. En fin, los intereses comunes; un espacio de oportunidad para la ciudad; libre de la ocupación de la Fuerza Armada; que represente un compromiso de participación ciudadana; espacio de encuentro y socialización; una oportunidad para los profesionales y técnicos involucrados en su desarrollo; un espacio puesto en valor.
No dejemos pasar esta oportunidad. Debemos defender este importante recurso para la ciudad.
http://www.eluniversal.com/2011/07/25/en-caracas-se-perdio-el-espiritu-de-buena-vecindad-y-de-respeto-despegar-en-la-carlota.shtml
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