VENEZUELA: Ultimado comerciante que se opuso a entregarle su moto a un menor

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Publicado por ElCarabobeño.com el Miercoles, 17 de Agosto del 2011


Julio César Díaz Martín (31), comerciante de pollos beneficiados, fue asesinado el lunes en la tarde al salir de su establecimiento en el Mercado Guaicaipuro, ubicado en la avenida Andrés Bello, parroquia El Recreo. Por la calle Táchira, en Guaicaipuro Norte, se montó en su moto Suzuki de alta cilindrada, y al ser abordado por un joven pistolero, con apariencia de adolescente, que se bajó de una moto, le entregó el celular. Pero el atracador quería el suiche de la moto, Díaz no accedió, le hizo resistencia y en un breve forcejeo recibió un disparo en el pectoral izquierdo, que lo bandeó y le salió por el lado derecho de la espalda. Sus empleados lo auxiliaron, llevándolo al Centro Médico de San Bernardino, donde certificaron el deceso. Díaz Martín era el menor de cuatro hermanos, y pasó a ser el representante de la familia al morir su padre. Vivía en Bello Monte, con su esposa y estaba procurando tener su primer hijo. Llevaba 2 años con el negocio en Guaicaipuro y antes lo tuvo en un galpón en Maripérez. Su socio fue secuestrado hace dos semanas, y liberado en Valencia. Se desconoce si pagaron rescate. De siete cuerpos ingresados a la morgue entre lunes y martes, cuatro habían sido baleados por el hampa. Un escolta En la esquina de Veroes, avenida Urdaneta, a dos cuadras del Cicpc y a cuadra y media de la Vice-presidencia de la República, fue asesinado Anthony Hernández (28), escolta particular. Junto con su esposa Arlys iba a las 11:30 de la noche a su residencia en Los Frailes de Catia, su vehículo Toyota machito presentó un desperfecto y se orilló para revisarlo; contó su cuñada Nahomi Napolitano. Regresaban del velorio de su amigo Anderson Cañas, motorizado del Ministerio del Ambiente, que fue asesinado en Ruperto Lugo, cuando observaba un partido de fútbol. Pasaban unos sujetos a pie. Uno se aproximó por la ventanilla del copiloto y disparó. La bala le pasó muy cerca a la esposa de Hernández, ocasionándole una laceración próxima al ojo, y al conductor le impactó de lleno en el rostro, matándolo en el acto. El ingeniero en sistemas Juan Carlos Lozada (46) murió cuando una bala que penetró por la placa trasera de su carro, tuvo una trayectoria ascendente y le impactó en la nuca. El hecho ocurrió en Pinto Salinas, el lunes a las 4 de la tarde, cuando regresaba de visitar a su compadre y llevarle un trozo de queso.

Decidió retirarse temprano porque "el ambiente estaba feo"; señaló su primo Juan Carlos García. Los vecinos dijeron que a la una hubo un tiroteo y la comunidad estaba en ascuas. Lozada tenía 8 años viviendo en Terrazas del Avila, pero frecuentaba Pinto Salinas donde se crió y dejó muchos amigos. Su madre reside arriba en Pedro Camejo, y la visitaba diariamente. Cuando giraba en su carro Mazda azul, para retirarse del barrio, lo alcanzó la bala, producto de un tiroteo que se formó entre bandas, y murió en el acto. Dejó tres hijos huérfanos, el mayor de 23 años y el menor de año y medio. José Salcedo (22), electricista en automercados Central Madeirense, fue asesinado de un tiro en la espalda por no detenerse cuando se lo ordenaron unos delincuentes para que entregara su moto Suzuki X-100. El hecho ocurrió en la avenida San Martín, cuando Salcedo iba a una panadería a recoger unos pasapalos para la fiesta de su hijita que ayer cumplió dos años. El taxista Jesús Aristimuño (35) estaba desaparecido desde el 6 de agosto y sus familiares lo encontraron en la morgue, donde había sido ingresado el domingo 7. Les informaron que tuvo una pelea en un bar de la avenida Baralt, le dieron tres tiros y le robaron el vehículo.

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