Gladys Delgado dice que existen tres tipos de violencia en las aulas de clases y que se manifiestan con un jalón de cabello,el robo de alguna pertenencia, el insulto o la exclusión
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Katy Jurado
Delgado abogó por la creación de mecanismos efectivos que logren frenar la violencia Foto: Richard Rondón
Puerto La Cruz.-    Tras seis años de investigaciones, Gladys Delgado, presidenta del Observatorio Venezolano de  Violencia Escolar,  considera  que la única forma de resolver el problema de la agresión entre alumnos  es afrontándolo y no ocultándolo  como ocurrió en el pasado.
Aunque reconoce  que el Estado ha aplicado algunos correctivos, considera que falta mucho por hacer, pues “de lo que se trata es de evitar que los jóvenes se conviertan en potenciales delincuentes”.      
En su afán por ofrecer herramientas  a los docentes que a diario lidian con esta  situación dentro de las aulas de clases, recorre el país dictando charlas y foros dirigidos a toda la comunidad educativa.
Durante su visita al estado Anzoátegui, la psicóloga hizo un alto en su agenda para atender a los medios de comunicación, a los cuales les  reconoce  que hayan puesto en el tapete un  tema que  traspasó los muros de la escuela.
Abogó por la creación de  mecanismos efectivos que logren frenar  la violencia que en algunos sectores de la sociedad pertenece a su cultura.
-¿A qué se dedica el Observatorio Venezolano de Violencia Escolar?
-Fue creado hace seis años por un grupo de especialistas en Psicología y Sociología, que nos dedicamos a difundir  el tema de la violencia escolar a través de investigaciones, talleres, cursos y publicaciones.
-¿Qué han logrado detectar hasta ahora?
-Hemos hecho investigaciones   fundamentalmente en escuelas públicas de educación primaria. Aunque  eso tiene validez externa, porque se trata de muestras pequeñas de 60 a 80 docentes, podemos concluir  que la violencia entre compañeros de clases no es un mito. Antes se pensaba que estas situaciones eran normales y que  si un alumno era acosado  sería por algo, pero gracias a la labor de los medios de comunicación y de instituciones como  Cecodap y la Universidad Católica Andrés Bello y la Universidad Nacional Abierta, se ha logrado poner  el tema en el tapete.
-¿Cuáles son los tipos de violencia más comunes?
-La violencia entre pares o iguales se manifiesta en  tres formas: la física, la verbal y la psicológica. La primera puede ser directa al cuerpo del acosado y  se expresa con el empujón, jalón de cabello, la zancadilla, mientras la indirecta podría estar relacionada con el robo de alguna  pertenencia. La verbal tiene que ver con el insulto y la descalificación oral, y la última está referida a la exclusión del alumno, cuando  no es incorporado a los equipos de trabajo, no lo invitan a las fiestas o no lo tratan.
-¿En qué espacios se producen  estos tres  tipos de agresiones?
 -Con mayor frecuencia  en las aulas de clases, pero también se observan en  la cantina y la puerta de salida del colegio. Las más fuertes pueden ser, en ocasiones, las que se producen fuera del salón de clases, es decir, donde falta la supervisión del maestro.
-¿Dónde  es  mayor la incidencia,  en los colegios públicos o en los privados?
-La encontramos por igual en ambas instituciones.  El observatorio no tiene como función realizar estadísticas, nos apoyamos en las  investigaciones que hacemos, las cuales indican que la violencia en la escuela ha venido aumentando notoriamente. Eso se observa todos los días, a través de las informaciones de prensa.
-¿Los docentes han sido responsables de esta situación?
-No. Lo que pasa es que no estamos formados para abordar el asunto, por ello lo invisibilizamos. La violencia tiene que ser vista y analizada  primero desde la prevención  para evitar que ocurra en el aula, y luego viene la intervención para buscarle una solución.  
-¿En qué edades o grados de estudios es más grave el problema?
-La violencia grupal, donde los muchachos actúan en equipo,  se presenta mayormente en cuarto, quinto y sexto grado de primaria,  y la individual aparece en primer año de bachillerato, todos en la  preadolescencia. En la universidad las cosas cambian, pero ya se están  encontrando casos de acoso entre compañeros de este sector.
 -¿Qué elementos están  incidiendo en el aumento de esta conducta?
 -Hay tres factores de riesgo: uno es la familia, otro es la escuela y  el tercero es la comunidad. Esto ocurre cuando en  el núcleo familiar se enseña al niño a resolver los problemas de  forma violenta. Si los padres pelean, se insultan o se golpean, o  tratan de ese modo a sus hijos,  el alumno  traslada ese modelo a la escuela. Si la familia no cumple el rol protector  que le corresponde y para colmo el joven  se encuentra con un maestro autoritario y en la esquina se topa con el guapetón del barrio, lo más probable es que adopte esos patrones.
-¿Qué propone para mínimizar estos factores?
-Lo que estamos promoviendo desde el observatorio, las universidades y las ONG que nos apoyan, es la creación de  políticas públicas para  disminuir los índices de violencia estudiantil. Acabamos de sacar un manifiesto y estamos conformando una red con personas naturales,  organizaciones civiles, docentes y universidades, todos unidos  en pro de alcanzar  estos objetivos.
-¿Cree que el Gobierno está invirtiendo suficientes recursos  en esta materia?
-Esta es una responsabilidad del Estado y creo que con la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopna) y  los manuales de convivencia que se implementaron en todas las unidades educativas, se logró un  gran aporte. Sin embargo, esto no ha sido suficiente, porque ha crecido la violencia escolar  igual que  en todo el mundo.
 -¿Qué futuro nos espera si no se corrigen estas desviaciones  conductuales?
-Es muy complicado hacer esa predicción, pero las investigaciones y la experiencia nos dicen que el joven acosador desde temprana edad es un potencial delincuente. Eso no lo digo yo, lo arrojan los estudios y los textos de los que manejan el tema a escala internacional.
Incidencia  y soluciones
-¿Cómo se ubica  Venezuela en violencia escolar  con respecto a otros países?
 -Quizá  no tenemos investigaciones de tipo longitudinal, con estadísticas, como en otros países. Pero el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) junto con el Ministerio de Educación hicieron una investigación con una población representativa de alumnos. Esperamos que de allí salgan lineamientos y los  resultados se puedan discutir con quienes estamos trabajando en el tema,  para realizar los aportes necesarios.
 
 -¿Considera que el discurso violento proveniente de los centros de poder ha incidido en el aumento de esta conducta?
  -Independiente de quién sea el que hable de una manera descalificadora o violenta a una población cualquiera, es inaceptable, porque puede convertirse en un modelo    repetitivo y no es sano. El lenguaje agresivo es dañino en cualquier circunstancia, y en especial para  los niños que  lo van a querer copiar para relacionarse con sus familias,  compañeros y maestros.
-¿Cómo definiría la educación en el pasado y en el presente?
 -El mundo y los programas educativos han cambiado mucho a raíz de las nuevas tecnologías. Esto ha servido para acercar a la gente o para alejarla. Posiblemente yo tuve una maestra que recordaré toda mi vida y  a lo mejor mis hijos no tengan esa referencia, pero el futuro tiene que ser positivo.  Indudablemente habrá que corregir algunos aspectos relacionados con los derechos humanos de los niños y adolescentes, pero nada puede evitar que las expectativas sean mejores que las actuales  y para eso estamos trabajando.
-¿Qué rol deben jugar los padres en este sentido?
 -El papel de los familiares debe ser fundamental,  tomando en cuenta que  el hogar es el primer espacio de socialización y  protección del niño. Después le sigue la  escuela. Pero ambos deben servir para la convivencia sana y garantizar la tranquilidad del futuro adulto.
-¿En Anzoátegui están realizando algún trabajo en las escuelas  para combatir este problema?
-Se seleccionaron 15 colegios afiliados a la Federación Nacional de Padres y Representantes (Fenasopadres) para iniciar una labor de formación e investigación. La primera actividad se cumplió con un grupo de docentes que recibieron entrenamiento y herramientas para poder interactuar en situaciones conflictivas entre alumnos.
También se abordó el  tema con los padres, ya que la idea es involucrarlos para que juntos con los educadores puedan hacer un trabajo más efectivo en cuanto a la supervisión del cambio de conducta de los  muchachos.
Todos los factores juegan un papel importante, tanto el entorno, como las condiciones de vida y la inseguridad, donde los más vulnerables son los niños que están en proceso de formación.
Perfil
Nombre: Gladys Delgado de Briceño
Lugar de Nacimiento:  Caracas
Estado Civil: Casada 
Hijos: Dos
Profesión: Egresó de la Universidad Central de Venezuela  en 1980 como Psicóloga de Formación Inicial
Trayectoria: Laboró 25 años en la UE Petare. Fue docente de pregrado y coordinadora del postgrado de Derechos Humanos en la Universidad Nacional Abierta, Desde hace seis años preside el Observatorio Venezolano de Violencia Escolar
http://eltiempo.com.ve/locales/regionales/entrevista/el-joven-acosador-desde-temprana-edad-es-un-potencial-delincuente/27982

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